La diferencia entre ellos está no sólo en los materiales sino también en la forma de elaboración.
Los jabones de glicerina se elaboran por la fundición a partir de una bloque barra de glicerina comprada. El procedimiento consiste en fundir glicerina y agregar aceites esenciales e incluso flores para darle las propiedades terapéuticas deseadas.
Los jabones de aceite se elabora mezclando aceite, agua u otro líquido con un alcalí, hidróxido de sodio, comúnmente conocido como sosa.